Papá

19:00 horas y de repente o sin tan de repente, vuelvo a pensar, vuelvo a recordar, vuelvo a emocionarme, un calco de estos últimos días. Pienso en que ya no disfrutaré más de tu presencia física, porque la otra está y estará conmigo siempre; un ejemplo que es imposible de igualar en muchos aspectos.

Siento que golpean la puerta del cuarto de trabajo e intento recomponerme para no tener que dar de que hablar y menos de mi estado mental que como se puede suponer fluctua como una medusa en la corriente (a veces mas arriba, otras más abajo rozando el fondo, pero siempre hundida en el mar). Alguna llamada de parientes perdidos en el tiempo, algún mensaje tardío de desconectados y aunque quiera no voy a poder borrar esta tristeza. Probablemente se convertirá en nostalgia como otras veces, seguramente el llorar a escondidas irá desapareciendo y sólo muy de vez en cuando sucederá, hasta que la vida o mejor dicho la muerte vuelva a golpear, como consuelo me queda (y espero que "por ley de vida") saber que el siguiente soy yo, al fin y al cabo me queda un paso para ser el más veterano de las personas que más me importan, aunque si lo pienso bien aún hay algunas que me importan mucho, pero desde hace menos tiempo y las conexiones y recuerdos no son tan extensos.

Tengo mucho miedo de que todo sea un engaño y que finalmente no me encuentre contigo allá donde estés. Por otra parte si hacen un ranking y colocan a las personas por méritos, estaré muy por debajo de ti y quizás no me situen ni cerca. La satisfacción de no tener cuentas pendientes no hace que el trago sea más dulce, la impotencia, la rabia, el reclamo de una justicia "divina" que no encuentro se mezclan con la profunda pena, y la verdad que hay que seguir adelante y todas esas cosas que se dicen, pero ya seguiré adelante cuando esté preparado, ahora tengo un vacío inmenso, no te puedo llamar para animarte, no puedo abrazarte, no puedo agradecerte, no puedo hacer que sientas mi admiración por ti, no puedo decirte otra vez que te quiero, ni hacertelo sentir, no puedo pedirte perdón de nuevo por mil cosas que hice mal y que a pesar de ellas me seguiste queriendo y ayudando en todo lo que pudiste. te echo muchisimo de menos y el problema es que antes lo solucionabamos hablando o viéndonos y ahora tengo que esconderme de nuevo...

Pd.: Perdona, pero nunca te dije que a veces escribo y me desahogo haciéndolo.